Una sala blanca es un ambiente controlado donde los contaminantes se filtran para crear el espacio más limpio posible. En instalaciones de sala blanca industriales se producen productos electrónicos, medicamentos, suministros médicos, alimentos y otros productos. Según el número de partículas permitidas en un metro cúbico de espacio, se pueden dividir en varios niveles de contaminación. En estas instalaciones se controlan variables como la temperatura, el flujo de aire y la humedad. Las partículas contaminantes del exterior circulan a través de un sistema de filtro en salas blancas antes de ser eliminadas. Este aire exterior se limpia y desinfecta mediante filtros (HEPA o ULPA), que luego expulsan aire estéril al espacio. Además, el aire contaminado que haya en el espacio se desvía hacia los filtros, reiniciando el proceso.

La puerta frigorífica un factor clave en una sala blanca

Las puertas frigoríficas para salas blancas, que tienen un interior de poliuretano y un exterior de metal para mantener el frío en el interior. Además, se distinguen por tener juntas de goma de tamaño perfecto. Esto les permite realizar la función de sellado y división que requiere una sala blanca.

Debido a que son el medio principal por el cual se mantiene constante la temperatura dentro de la sala blanca, sus características son únicas. Debe también ser resistentes, adaptarse perfectamente al espacio y garantizar el aislamiento de la zona. Debe adquirir la puerta frigorífica para sala blanca que más se adapte a su situación particular porque, como ha podido comprobar, las puertas frigoríficas son un componente imprescindible para cualquier sala blanca. En ISOTERMIA Le ayudamos a seleccionar la mejor opción para su empresa en cuanto a puertas frigoríficas industriales para salas blancas para que pueda estar seguro de que cumplirá con los controles de calidad. Queremos apoyarte a tomar la mejor elección porque contamos con muchos años de experiencia en el mercado.

La puerta frigorífica para sala blanca, que puede tener una o dos hojas, se utiliza habitualmente para separar los espacios de trabajo, especialmente entre zonas «limpias» y «sucias», mediante un sistema «airlock». Garantizan, durabilidad y confiabilidad. Total adaptabilidad y flexibilidad a cualquier proyecto ahorrando dinero y tiempo. Son aptas para cualquier entorno industrial y fácil de limpiar.

En las puertas de salas blancas se utiliza aislamiento de poliuretano inyectado (PUR) con niveles de conductividad que son bajos. La densidad de este aislamiento oscila entre 40 y 45 kg/m3.

Para fabricar el marco de la puerta se utiliza una aleación de aluminio con un acabado anodizado inoxidable. También son posibles lacados en blanco, lacados en acero de color RAL, acabados en PVC o poliéster.

Es un desafío mantener los estándares de las salas limpias. Debido a la fragilidad de estas áreas, es probable que cualquier cosa que lleve adentro, incluidos sus empleados, provoque la liberación de partículas en el aire Cualquier persona que entre en una sala limpia debe usar ropa protectora. La gente está llena de partículas; No podemos evitar que nuestra piel se descame o que se caiga el cabello. Cualquier persona que acceda a la habitación deberá hacerlo llevando la indumentaria protectora recomendada para el medio ambiente.