COMERCIAL (REFRIGERACIÓN)

Las aplicaciones de refrigeración comercial son numerosas y cruciales en la vida diaria. Una cadena de frío optimizada y eficaz que se extienda desde la granja hasta la mesa es esencial para las industrias láctea, cárnica y de otros alimentos, así como para otros tipos de alimentos. En el sector farmacéutico, el mantenimiento de la cadena de frío también es crucial.

La seguridad de los alimentos almacenados, la conservación de medicamentos y, en general, la conservación de cualquier producto que necesite refrigeración a escala comercial es responsabilidad de la refrigeración comercial. Compuesto principalmente de cámaras frigoríficas, incluidos refrigeradores, botelleros y exhibidores. Utilizados para mantener los productos almacenados en ellos a temperaturas seguras y adecuadas para el consumo.

Los factores determinantes adicionales incluyen el cumplimiento de las normas de energía y refrigerantes, los costos de mantenimiento y operación, y el cumplimiento de las normas de higiene y seguridad alimentaria. Los fabricantes de equipos originales (OEM), distribuidores, instaladores y propietarios de tiendas se ven afectados por estos factores en el mercado.

Las soluciones que le ofrece ISOTERMIA se pueden personalizar para cumplir con los requisitos específicos de las aplicaciones de restaurantes en áreas como catering y cantinas. Venta al por menor especial para panaderías, carnicerías, etc.; refrigeración de procesos para hospitales, laboratorios y cámaras de maduración de frutas, entre otros. Además de farmacias, pulperías, gasolineras y supermercados.

En ISOTERMIA podrá encontrar una amplia solución en cuanto a refrigeración comercial se refiere:

Cámaras frigoríficas modulares:
  • Refrigeración

  • Congelación

  • Mortuoria

  • Túmulos

Equipos frigoríficos:
  • Compactos

  • Equipos partidos

  • Abatidores de temperatura

  • Evaporadores

  • Producción de hielo

Dado que la potencia total instalada de los compresores de cada sistema no supera los 100 kW o los 30 kW, estas instalaciones suelen clasificarse como Nivel 1 en la Normativa de Seguridad para instalaciones frigoríficas.

La refrigeración por aire activa o pasiva son dos tipos diferentes de refrigeración comercial.

Por un lado la refrigeración pasiva por aire es un sistema sencillo, fiable y asequible para utilizar. Es capaz de eliminar una gran cantidad de calor por un precio bajo a pesar de que no contienen elementos de refrigeración activos.

Por otro lado el sistema de enfriamiento activo, basado en el enfriamiento pasivo, pero se le suma un flujo de aire que permite expulsar el aire caliente con mayor rapidez. Éstos acostumbran contener un circuito cerrado de gas refrigerante, un dispositivo de expansión, un condensador, un evaporador y un compresor.

El requisito de usar un refrigerante para enfriar su interior es el único punto de acuerdo entre todos los dispositivos de refrigeración activos. El R-134 es el refrigerante que actualmente se utiliza con mayor frecuencia. Además, dejaron de usar sustancias como CFC y HCFC, que dañaban la capa de ozono, en la década de 1990, al igual que ha ocurrido con esta.

Por ello, es fundamental examinar el refrigerante que utilizan los distintos equipos de refrigeración y ser conscientes de que la industria apuesta actualmente por sustancias de bajo PCA más respetuosas con el medio ambiente, como el propano (R-290), el amoníaco (R-717) o CO2 (R-744).

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